jueves, 25 de febrero de 2010

Los niños hacen lo que ven

Spot educativo

Decálogo de la Iniciación Deportiva

“No trates de convertirte en un hombre de éxito, sino más bien, en un hombre de valores”. Albert Einstein.


En el marco de la asignatura “Tecnologías de la Información y las Comunicaciones aplicadas a la Actividad Física y el Deporte” de primer curso del grado Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Autónoma de Madrid, nace esta bitácora digital con la voluntad y el propósito de promocionar y divulgar contenidos relacionados con esta materia, con la ilusión y el deseo de que resulte de interés y ayuda tanto a mis compañeros y compañeras de viaje, como a todas aquellas personas que vayan a dedicarse o se dediquen ya profesionalmente a esta actividad, así como a cualquier persona interesada en el deporte como vía de desarrollo humano y mejora continua, aspectos que en mi opinión constituyen la verdadera esencia del deporte.

Desarrollo cognitivo y acción van de la mano, así pudo demostrarlo Jean Piaget, el célebre psicólogo suizo, quien admitía estar “irremediablemente enfermo de curiosidad”, y cuyos descubrimientos devinieron claves para el desarrollo de la actividad física y el deporte como ciencia: el conocimiento se va desarrollando a lo largo de un proceso en el que el niño, a través de la acción, interactúa con su medio, esto es, la acción como nexo relacional entre el sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento. Los niños exploran, juegan, prueban, eligen, desechan, corrigen, descubren… en definitiva, van construyendo, como pequeños científicos, su conocimiento del mundo. Acción y conocimiento.

Cuando una niña o un niño se inician en un deporte lo que realmente persiguen es jugar, divertirse. Conviene recordar que el deporte es juego, una de las acepciones de la forma latina “deportare” significa precisamente divertirse, recrearse. Más tarde, con la progresión del niño en ese deporte llegará la competición, que podrá ser beneficiosa o perjudicial, en función de cómo lo vivan, no los propios niños, sino sus padres, que son el punto de referencia de los hijos, quienes a su vez aprenden no de lo que dicen sus padres sino de lo que hacen.


“Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única”. Albert Einstein.


Es el Deporte sin duda una Escuela de Vida, y como sucede en todas las escuelas, la calidad de la enseñanza va a depender del profesor o profesora, del maestro o la maestra. Un buen profesor, un buen entrenador, difícilmente se olvidan, uno malo tampoco.

Por tanto, padres y profesores, profesoras y madres, van a resultar absolutamente claves para que la experiencia del niño en la práctica deportiva constituya una vivencia enriquecedora y duradera: estamos pues ante una responsabilidad de gran magnitud.

Mientras buscaba con mis compañeras y compañeros información para la elaboración de un trabajo en equipo sobre la educación en valores a través de la iniciación deportiva, he encontrado el Decálogo de la Iniciación Deportiva que seguidamente transcribo. Se trata de un compendio de las diez reglas o consideraciones más sustanciales para este momento tan importante en la vida de los niños y niñas, que profesores y profesoras, padres y madres, debemos grabar a fuego en nuestra mente, colocarlo en un lugar fácilmente visible donde podamos leerlo con frecuencia, para que no se nos olvide, dado que se trata de los diez principios básicos que debemos tener siempre presentes cuando trabajemos con escolares:

1. Derecho de practicar, disfrutar y gozar de la competición.

2. Derecho de ser tratado como niño o adolescente.

3. Derecho de ser entrenados por personas cualificadas.

4. Derecho de ser atendido con la misma dignidad e interés, independientemente del talento, capacidad o resultados de la competición.

5. Derecho de no ser explotados, buscando aptitudes precoces.

6. Derecho de competir con reglamentos adecuados a las necesidades específicas de los jóvenes.

7. Derecho de competir con jóvenes de su edad.

8. Derecho a que se respeten los principios pedagógicos, didácticos, metodológicos y de entrenamiento.

9. Derecho de descubrir sus propios aprendizajes.

10. Derecho de no ser campeón.


Decálogo (basado en Martens, 1989 y Wein, 1995) extraído del libro “Fundamentos básicos de la Iniciación Deportiva en la Escuela”, de F. Javier Giménez Fuentes-Guerra, Ed. Wanceulen, 1997.