martes, 30 de marzo de 2010

Cuestión de CONFIANZA

Me gusta recurrir a la Real Academia Española de la Lengua para precisar el significado de palabras tan importantes como Confianza:

1- Esperanza firme que se tiene de alguien o de algo.
2- Seguridad que alguien tiene en sí mismo. Ánimo, aliento, vigor para obrar.

Me gusta especialmente la definición de Ken O'Donell (2006) para referirse a la confianza mútua entre dos personas: creencia, compartida por ambas, de que una puede depender de la otra para alcanzar los objetivos comunes sin necesidad de controlar las acciones de la otra persona.

En el contexto de un equipo esta condición es imprescindible para el logro de los objetivos que implican a varias personas. La confianza es justamente lo contrario que el control, suele ocurrir que quienes creen que las cosas sólo funcionan cuando todo está bajo control -su control- tienen bastantes dificultades para confiar en los demás.

En la asignatura Psicología del Deporte hemos visto que un profesor puede hacer que un alumno o alumna se sienta competente o incompetente, independientemente de que lo sea. Si los profesores demostraran a sus alumnos que esperan un mayor rendimiento de ellos, no pocos de esos alumnos y alumnas terminarían por materializar esa expectativa. Se conocen casos de alumnos que han destacado incluso por encima de compañeros que habitualmente obtenían mejores resultados académicos. Es el llamado Efecto Pigamalión, en virtud del cual se recompensa a los que confían. Es decir, nuestras opiniones y comentarios sobre las personas siempre les afectan, de forma que éstos pueden traducirse en desconfianza hacia sí mismo o por el contrario mejorar nuestra autoconfianza. El efecto Pigmalión nos muestra que si pensamos que alguien va a equivocarse o fracasar es muy probable que acabe ocurriendo así. Sin embargo, si confiamos en la capacidad de una persona, en su potencial, tendrá más opciones de hacerlo bien.

"Un jefe genera miedo, un líder confianza" Russell H. Ewing.

Falta de ánimo, falta de entusismo, conflictos y rivalidad entre compañeros, miedo, falta de iniciativa y creatividad, falta de cooperación, son algunos de los síntomas claros de un liderazgo basado en el ordeno y mando. Generalmente este tipo de liderazgos anida en entornos pasivos, previsibles y entre personas sumisas, y no suele funcionar cuando nos salimos de lo esperado, precisamente por la falta de creatividad y toma de decisiones de los miembros del grupo. Dejaremos el tema del liderazgo para otro post, en este me gustaría centrarme en las habilidades que tenemos que desarrollar para potenciar nuestra autoconfianza:

1- Atrevimiento y determinación.
2- Capacidad de abrirnos a los demás, con retos y dificultades similares.
3- Predisposición a recibir una respuesta honesta sobre la marcha de las cosas. Si hay errores los aceptamos sin disculpas, aprendemos y proseguimos. Si hay acusaciones falsas no nos debilitamos con ellas.
4- Búsqueda constante del conocimiento de uno mismo.
5- Confiabilidad y capacidad de trabajar con autonomía.
6- Creencia en el propio potencial.
7- Interés por la propia transformación más que por el cambio de los demás. Somos los primeros en cambiar.
8- Capacidad de trascender las circunstancias.
9- Búsqueda del perfeccionamiento de uno mismo.
10- Aprendizaje a partir de las lecciones del pasado, especialmente de las positivas.
11- Superación de los propios límites.
12- Fortalecimiento de los valores internos para influir positivamente en los demás.


La confianza en uno mismo es la creencia sólida en nuestra capacidad de hacer y conseguir.

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