jueves, 18 de marzo de 2010

En el Deporte aprendemos a Superar los Conflictos

Somos personas, nos relacionamos, y en el desarrollo de estas relaciones surgen los conflictos. Aunque no son deseables, los conflictos, tanto en la actividad profesional como en la vida personal, aparecen, quizá con demasiada frecuencia, y en la medida en que seamos capaces de gestionarlos correctamente nos diferenciaremos como equipo y como personas, aseguraremos nuestro progreso personal y profesional, mantendremos un ambiente apacible a nuestro alrededor y, muy importante, aseguraremos la satisfacción de nuestros compañeros, de nuestros seres queridos, de nuestros clientes, que sin duda alguna reciben el impacto de una mala gestión de nuestros conflictos.


“Mi jefe me tiene amargado”, “este incompetente me perjudica” y frases por el estilo todos las hemos dicho o escuchado decir en alguna ocasión. Son conflictos del día a día ante los que generalmente no sabemos reaccionar con eficiencia. Dado que no hay dos conflictos iguales, se puede aprender a gestionarlos, a afrontarlos, enfocarlos… pero no a resolverlos con una única fórmula. En el entorno profesional, la principal fuente de problemas viene dada por el choque entre estilos de liderazgo anticuados y las necesidades de cambio de una organización.

“El único cambio que el ser humano acepta de buen grado es el cambio de pañales”. Pascual Montañés.

Antes, por lo general, teníamos un perfil más sumiso y tal vez menos cualificado, por lo que se tendía a aceptar cualquier decisión “que venía de arriba”, de ahí que muchos profesionales estén acostumbrados al estilo ordeno y mando. Por lo general, aún hoy, solemos responder ante el conflicto con el silencio, con lo que el problema se enquista y se va manifestando sucesivamente, por ejemplo, con hechos que no nos podemos permitir bajo ningún concepto: el abandono deportivo o la fuga de profesionales valiosos.

Existen una serie de pautas muy útiles para evitar los conflictos siempre que se pueda o bien gestionarlos con eficacia, partiendo de la base de que el conflicto es inherente a la naturaleza humana y que precisamente nos distinguiremos y creceremos, personal y profesionalmente, en la medida en que seamos capaces de resolverlos satisfactoriamente.

Las SIETE REGLAS DE ORO son:

1- Sacar a la luz los conflictos latentes, los potenciales o los que estén soterrados

2- Escuchar de forma activa a los implicados en el conflicto

3- Favorecer el diálogo entre las partes implicadas

4- Centrarse en hechos y acciones, no en personas y descalificaciones

5- Buscar soluciones imaginativas

6- Delimitar y minimizar el conflicto

7- Recurrir al humor

Algo bueno tenían que tener los problemas: constituyen una excelente herramienta de conocimiento, ya que aprender de ellos nos permitirá afrontarlos con mayor soltura si vuelven a aparecer y, por tanto minimizarlos.

En los tiempos en que vivimos, en el ámbito laboral se extiende la indefinición del puesto de trabajo, en la que las descripciones de los puestos de trabajo y sus respectivas tareas en ocasiones tienen límites ambiguos, los responsables tienen y tenemos mucho que decir, trazando el rumbo de nuestros equipos con directrices de trabajo claras, ilusionando o, como mínimo, no desmotivando (os recomiendo la lectura del libro “En busca del Lovework, más allá de la motivación y el liderazgo”, de Joan Elías y David Elías”.

Os propongo la siguiente metodología para la solución de problemas:

Fase 1: Preparación.

Diseñar este proceso de forma que las partes:

- se comuniquen
- se traten con respeto en un plano de igualdad
- aborden los problemas principales con una actitud comprensiva hacia las
necesidades e intereses legítimos del otro
- presenten nuevas ideas para desbloquear situaciones y elaborar acuerdos duraderos

Fase 2: Negociación.

- El lugar de encuentro: puede ser útil llevar a las partes implicadas a un ambiente nuevo, si es un lugar donde todos nos sentimos extraños, enseguida tendremos más cosas en común entre nosotros.

- La mesa de negociaciones: los protagonistas del conflicto deben enfrentarse al problema común, y no entre ellos, de modo que las partes se sentarán en ángulo recto y no unas frente a otras, a ser posible en una mesa redonda, donde las posiciones de autoridad son menos claras.

- La presentación de un conflicto: presentar el conflicto como una oportunidad de mejora y aprendizaje cuya solución depende de que las partes se responsabilicen.

- Las presentaciones de las partes:
antecedentes de la disputa
cómo surgió el problema
cómo afecta a las partes
por qué les afecta de ese modo
cómo les gustaría que sucediera a partir de ahora

Fase 3. Comunicación

La comunicación bilateral: para que la comunicación sea efectiva tiene que suscitar una respuesta recíproca de las partes. Los factores de una buena comunicación bilateral son los siguientes:

Que las partes escuchen con atención
Que hablen con claridad y determinación
Una actitud abierta a presentación de información y nuevas ideas
Disposición a dejarse persuadir
Aceptar a la otra parte como igual

Fase 4. Necesidades

Establecer los intereses y necesidades. A partir de esta etapa, la razón empieza a imponerse poco a poco. El proceso sería así:

- Las posiciones ocultan las necesidades reales
- Ver qué hay detrás de las posiciones para intentar descubrir los intereses y
las necesidades.
- Descubrir los intereses ocultos tras las posiciones
- Si existe una regla de oro para comprender y resolver un conflicto es
aquella que dice que se debe hablar siempre de necesidades e intereses, no
de posiciones.
- Reconocer las necesidades humanas
- Como el conflicto es una amenaza, las necesidades ajenas se ignoran con muchísima
facilidad.
- Distinguir los problemas de las relaciones
- Lograr que cada parte pueda separar sus sentimientos del problema que las enfrenta
- Separa los hechos de las percepciones subjetivas de cada uno

Fase 5. Generar ideas

Generar ideas para resolver los problemas:

- Las partes anotan las ideas que se les han ocurrido hasta el momento
- Si hay varias soluciones posibles, las partes deben evaluarlas en privado
- Si es necesario, pensar más la solución o buscar más información pero atentos
para no perder el impulso del proceso
- Pensar en el futuro y preguntarse cómo se podría transformar la situación en un
plano ideal

Fase 6. Acuerdo

Determinar una propuesta de trabajo y formalizar un acuerdo:

- Las partes desarrollan un plan para llevar a cabo la propuesta que mejor
satisfaga a las posturas implicadas
- Es fundamental que se formalicen los acuerdos y se mantenga un adecuado control y
seguimiento sobre los mismos


Como indica la regla número siete, vamos a recurrir al humor para terminar este artículo:

“Mientras los amigos vienen y van, los enemigos se acumulan…” Grouxo Marx

1 comentario:

  1. Diossssss, esto es demasiado fuerte... "mi jefe me tiene amargado", "El lugar de encuentro: puede ser útil llevar a las partes implicadas a un ambiente nuevo, si es un lugar donde todos nos sentimos extraños, enseguida tendremos más cosas en común entre nosotros" ¿¿¿¿te refieres a encuentros en el armario????. Diossssssss, me están entrando ganas de estar comentando durante días, este blog es grandísimo!!!! Debería llamarse "Remontando el Manzanares con el Jula Jop, reflexiones de un atlético truchón"!!!!!!

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